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Un paseo por la historia de la cerámica
La historia de la cerámica y la porcelana es realmente alucinante. Las cajas de cerámica y porcelana tienen sus raíces en la antigua China, donde los maestros de la cerámica perfeccionaron su arte a lo largo del tiempo. La porcelana china se convirtió en un tesoro apreciado en todo el mundo.
Durante la dinastía Tang en China, la cerámica y la porcelana se fusionaron con influencias persas, creando técnicas y diseños únicos que se extendieron por las rutas comerciales de la famosa Ruta de la Seda.
La porcelana se consigue mezclando dos minerales: el feldespato y el caolín. Luego, esta mezcla se cuece a altas temperaturas para crear ese material duro y resistente.
El secreto de la fórmula de la porcelana se mantuvo en China durante siglos hasta que llegó a Europa. Fue Marco Polo quien trajo la idea de la porcelana a Occidente después de sus aventuras por Asia, pero fue en el siglo XVIII cuando finalmente descubrieron la fórmula en Alemania, en la fábrica de Meissen, donde lograron crear porcelana europea de alta calidad.
La porcelana se convirtió en el símbolo de estatus y riqueza en Europa. La gente adinerada coleccionaba y presumía de sus elegantes vajillas de porcelana para demostrar su refinamiento y buen gusto.
En España fue Carlos III quien hizo transportar herramientas y materiales desde Capodimonte, en Italia, para fundar la primera fábrica de porcelana en Madrid, la «Real Fábrica del Buen Retiro», popularmente conocida como «La China».
La porcelana no solo es resistente, sino que ha materializado auténticas obras de arte, desde las delicadas pinturas a mano hasta los intrincados diseños en relieve, la porcelana ha cautivado a artistas y diseñadores de renombre a lo largo de la historia; nombres como Josiah Wedgwood, Auguste Rodin y Giuseppe Mazzotti han dejado su huella artística en este fascinante material.
Lejos de quedarse atrás, la porcelana ha seguido evolucionando y adaptándose a los gustos de cada época. Aún hoy en día, los diseñadores y artistas contemporáneos han llevado la porcelana a nuevas alturas, creando piezas innovadoras y únicas que combinan lo tradicional con lo vanguardista. La porcelana, a pesar de ser un material clásico, con siglos de historia, no parece tener fecha de caducidad.