Las cajas de madera son una forma práctica y estética de almacenar tus objetos y mantener tus espacios ordenados. Encajan en cualquier ambiente y estilo, son versátiles y quedan preciosas allá donde las coloques.
¿Buscas un estuche para tus botellas? ¿Quieres organizar tus alimentos o tus infusiones favoritas? ¿Necesitas un banco o baúl para los juguetes de los niños?…
Echa un vistazo a las diferentes secciones de este apartado y encuentra tu caja de madera ideal.
Cajas de Madera para Almacenaje y Ordenación
Cajas de Madera para Botellas
Cajas y Organizadores de Madera para Joyería
Urnas Funerarias de Madera
¿Cómo cuidar la madera?
Desde la antigüedad, la madera se ha utilizado en construcciones y en la fabricación de muebles y elementos, tanto decorativos como de uso diario. Es un material noble, conocido por su resistencia natural y durabilidad, pero su mantenimiento es también esencial para preservar su belleza y función.
Por ello, antes de elegir madera para cualquier proyecto, es importante tener en cuenta sus características y comprender las necesidades de su finalidad, así como los requisitos para un mantenimiento adecuado.
Cuando la madera se utiliza en construcciones o está expuesta al clima y la humedad, sus cuidados se centrarán en reparar y prevenir los daños producidos por las inclemencias de la propia exposición a la intemperie.
En interiores, sin embargo, además de protegerla, se buscará preservar también la belleza de su aspecto original. En este post nos centraremos en maderas de interior. A continuación, os compartimos algunos consejos para mantenerlas radiantes como el primer día.
- Evita la exposición directa a la luz del sol y las altas temperaturas: La madera es un material vivo, evoluciona con el paso del tiempo y es sensible a la luz y a las temperaturas extremas. Para evitar cambios en la coloración. Es importante protegerla de la luz solar directa, especialmente si sólo cubre una parte de la superficie de nuestro objeto, puesto que dejará una diferencia de coloración. De la misma manera, hay que mantener nuestra madera alejada de posibles fuentes de calor.
- Controla la humedad: Tanto el exceso como la falta de humedad tendrán un efecto visible y no deseado en tu madera (grietas, ennegrecimiento, hinchado, …) Aleja tus elementos de madera de cualquier fuente de humedad y evita mojarlos en exceso durante su limpieza. Utiliza elementos protectores como, posavasos o manteles, para evitar cercos de la humedad de vasos.
- Mantén la madera libre de polvo: Para el mantenimiento regular, lo más práctico es usar un trapo seco de algodón o microfibra o ligeramente humedecido con agua, en cuyo caso, deberás secar inmediatamente.
- Limpieza de manchas: La regla de oro es evitar productos abrasivos que puedan causar daños irreparables. Utiliza un paño húmedo con jabón neutro o específico para madera y seca la humedad a continuación. Presta atención a las instrucciones del producto, especialmente en cuanto a la proporción de dilución.
- Aceite de linaza: Este aceite constituye un tratamiento recomendado para nutrir y limpiar la madera de manera menos agresiva.
- Cera de abeja: Aplica ocasionalmente una fina capa de cera de abeja y pule con una gamuza limpia.
Recuerda que, ante cualquier duda sobre el cuidado de la madera, es recomendable consultar a un especialista para garantizar su preservación y evitar daños irreparables.